La historia del ballet en Argentina, es la historia de la danza de representación, forma esencial del arte del ballet a partir del Siglo XVII. El relato se inicia en la época dominación hispánica y el establecimiento de las Misiones Jesuíticas. Continuando con el período de colonización donde se desarrolla la danza española. Posteriormente, desde mediados del siglo XIX, el ballet recibió la influencia francesa, italiana y rusa, hasta llegar a la creación de la Escuela de Ballet Argentino del Teatro Colón, en 1922.
Artículo del columnista invitado para surdelsur.com
Origen de la danza clásica en Argentina (1600-1850)
Para contar la historia, debemos remontarnos a los tiempos de la dominación hispánica y con mayor precisión al establecimiento de las Misiones de los Padres de la Compañía de Jesús. Continuando con el período de colonización, se desarrolla la danza española española con la Escuela de la Bolera.
Colonización de las artes por los jesuitas
Segun cuenta la historia del ballet en Argentina en, 1607, se creó la Provincia Jesuítica del Paraguay que comprendía, entre otros territorios, la actual Argentina. Desde esta fecha hasta 1767, año de la expulsión de los padres, se observa la representación de espectáculos de carácter, en general, religioso y evangelizador.
Durante esa época, la participación armoniosa del teatro de prosa, la música, la danza y elementos de escenificación, cumplían una doble finalidad. Ésta era artística, y también didáctica, en clara relación con la obra general trazada por los misioneros.
Escuela Bolera o Española
Por su parte, la práctica de la danza española resultó habitual en nuestros territorios.En la historia del ballet en Argentina, la danza de Escuela Bolera, o sea la disciplina clásica española, fue una presencia regular y habitual que se extendió hasta bien entrado el siglo XIX. No sólo bailarines, sino los mismos comediantes, participaban de su ejecución en el contexto del espectáculo teatral.
En el primer cuarto del siglo XIX se presentaron las primeras figuras de formación profesional y académica: los Toussaint, los Cañete y los Catón. Se presentaban divertissement, solos, danzas de carácter, dúos e inclusive mimodramas como los practicados por Felipe Catón y Carolina Rodriguez de Catón con sus ballets napoleónicos. Los Catón, llegaron a tener una compañía con 19 integrantes. Introdujeron el género de baile pantomima basado en hechos históricos, en general extraídos de la epopeya napoleónica.
Influencia europea (1850 – 1925)
La influencia europea reconoce tres vertientes, la francesa, la italiana y porúltimo la rusa..
Llegan las compañías francesas
En 1867 se ofrecieron los primeros espectáculos coreográficos con ballets integrales. El primer Teatro Colón, se inauguró el 25 de abril de 1857, un hito esencial en la historia del ballet en Argentina
Allí en su primer temporada de ese año, la Compañía Francesa de Baile y Pantomima de las Hermanas Rousset, ofreció Giselle, tal vez el primer ballet completo que se presentaba en Argentina.
Luego, llevó a escena otros grandes ballets románticos: La Sylphide, Catarina y otros, junto a obras de Escuela Bolera.
En 1860 y 1861, la Compañía Thierry, también francesa, con Celestina y Oscar Bernardelli, se constituyó en la más importante agrupación llegada hasta ese momento a Buenos Aires. Almea, La Sylphide, Esmeralda y muchos otros trabajos, conformaron el repertorio, que contó con la participación de los italianos Virginia Ferrari y Celestino De Martino. Un gran suceso rodeó a esta Compañía.
Influencia italiana en el ballet nacional
Igual trascendencia tendría la influencia italiana en la historia del ballet en Argentina. El éxito coronaría, en 1883, a la Compañía Coreográfica Italiana que puso en escena el célebre Excelsior de Luigi Manzotti, bajo la dirección coreográfica de Raffaelle Grassi y con la admirada Emma Bessone (bailarina de gran reputación en Italia y en Rusia).
Brahma de Hippolyte Montplaisir y Messalina de Luigi Danessi, se conocieron en años siguientes ratificando el éxito y popularidad extraordinarias del ballo grande y de los artistas italianos.
En 1903, la Compañía de Ludovico Saracco ofreció el estreno local de Coppelia de Delibes con Ida Ronzio, la serie de coreógrafos y bailarines de Italia continuó en el nuevo Teatro Colón (inaugurado en 1908).
Los coreógrafos Augusto Francioli, Salvatore Cammarano, Ettore Coppini, Natalio Vitulli y bailarinas como Ettorina Mazzucchelli, Cia Fornaroli, Placida Battaggi, intervinieron en los baillabili de las óperas y, en 1916, en la reposición de Excelsior, puesto por Augusto Francioli.
Les Balletes Russes
Por supuesto, no podemos dejar de destacar, el protagonismo del ballet ruso en la historia del ballet en Argentina. En 1913 y 1917, hicieron su aparición los Balletes Russes de Serge Diaghilev con Vaslav Nijinsky, Tamara Karsávina, Adolph Bolm, Lydia Lopukhova, Lubov Tchernicheva, Enrico Cecchetti, etc. Argentina conoció entonces la estética del ballet moderno de Michel Fokin, El fauno de Nijinsky y los primeros ballets de Leonid Massine, lo que se constituyó en una experiencia notable para la elite cultural de Argentina.
La troupe de Anna Pavlova (1917, 18, 19 y 28) e Isadora Duncan (1916) también trabajaron en Buenos Aires.
Escuela de Ballet Argentino
Un hecho sobresaliente en la historia del ballet en Argentina fue cuando en 1922 comenzaron las tareas de preparación de las escuelas del Teatro Colón. Aunque previamente, ya en 1918, había actuado en el Teatro un grupo pequeño de bailarinas argentinas preparadas por el maestro Natalio Vitulli.
Los trabajos de Pierre Michailowsky, Maria Olenewa, Slava N. Jakovleff, Ekaterina Galanta y otros artistas fueron conformando los elementos nacionales que en 1925 actuarían bajo las órdenes de Adolf Bolm en el primer espectáculo asumido por el Cuerpo de Baile del Teatro Colón: El Gallo de oro de Nikolai Rimsky-Korsakov.
Durante sus primeros diez o quince años, la Compañía de Ballet del Teatro Colón, el grupo académico más antiguo de América del Sur, se identificó con los artistas de la compañía de Serguéi Diáguilev: Nijinska Romanov, Olga Smirnova, Felia Dubrovska, Wiltzac, Ludmilla Schollar, Michel Fokin, Olga Spessiva y Serge Lifar (1934).
Las primeras primeras bailarinas argentinas fueron: Dora del Grande, Leticia de la Vega y Blanca Zumaya; luego estaría María Ruanova con un brillante récord internacional, y Lida Martinoli se formó en la Scala de Milano.
Para cuando Antonia Mercé puso en escena su Amor Brujo para Colón, el repertorio había incluido obras como Los silfos, Carnaval, El fantasma de la rosa, El pájaro del fuego, Tamar, La consagración de la primavera, Prometeo de Serge Lifar, entre otras piezas.
Margarita Wallmann fue nombrada directora coreográfica del Ballet desde fines de la década de 1930 hasta la década de 1940. Formada en la escuela de Mary Wigmann, Wallmann desarrolló el ballet del gran espectáculo, con el particularmente notable oratorio de Arthur Honegger Juana de Arco en la hoguera. El panorama de la historia del ballet en Argentina, se completa con el protagonismo de las generaciones de impresionantes bailarines que siguieron a partir de 1940.
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Referencias:
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- Teatro Colón [Fotografías y grabados antiguos] Colección de fotografías de la historia del ballet en Argentina amablemente cedidos por la Dirección del Teatro Colón