Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) fue un docente, periodista, escritor, militar, político y estadista argentino. Elegido presidente de la Nación entre 1868 y 1874, su política educativa, produjo un punto de inflexión en la historia de Argentina. La educación pública, laica y obligatoria, fue su bandera.
Asimismo, a pesar de su personalidad polémica, es considerado uno de los grandes escritores de habla hispana del siglo XIX. Con su magnífica pluma, supo hacer del periodismo su trinchera, para luchar con la fuerza de las ideas.
Acá vamos a contar toda su vida, desde su inicio en 1811 en San Juan, hasta su muerte en 1888 en Asunción del Paraguay. Incluimos un resumen de su biografía, y un informe completo sobre su vida y obra.
Biografía resumida de Domingo Faustino Sarmiento :
¿Quién fue Domingo Faustino Sarmiento?
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de febrero de 1811-Asunción, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue un docente, periodista, escritor, militar, político y estadista argentino.
¿En qué contexto histórico le tocó vivir?
Su vida, transcurre entre las guerras de la Independencia y las guerras civiles que asolaron al país en buena parte del siglo XIX. La historia de Domingo Faustino Sarmiento es la historia de la formación del estado, y el inicio del estado moderno en Argentina. Personaje polémico, Sarmiento encarna la contradicción del tiempo histórico que le tocó vivir y expresa el dilema que el describe como civilización y barbarie,
¿Porqué y dónde se exilió?
Perseguido por el régimen dictatorial de Juan Manuel de Rosas, con apenas 20 años, marcha al destierro. Entre 1831 y 1855, pasa la mayor parte del tiempo exiliado en la República de Chile. Allí empieza su carrera de educador y periodista. Desde el periodismo combate el régimen dictatorial de Rosas. Esgrimió la pluma como otros empuñan la espada.
¿Cuáles son sus obras literarias más destacadas?
Lo mejor de su producción literaria, también, fue escrita durante el exilio. Sus obras más destacadas son Facundo o Civilización y Barbarie (1845), y Recuerdos de Provincia (1849). Es uno de los grandes escritores de habla hispana del siglo XIX. y se encuentra entre los 10 escritores más emblemáticos de Argentina.
¿Qué cargos públicos ocupó?
Entre los cargos más destacados que ocupó, ejerció como gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional por San Juan entre 1874 y 1879, y ministro del Interior de Argentina en 1879.
¿Cuál fue el legado de Domingo Faustino Sarmiento?
Llamado Padre del Aula, Sarmiento revolucionó la historia de Argentina, con su política educativa y su visión de futuro. La educación pública, laica y obligatoria, fue su bandera. Puso su personalidad volcánica y arrolladora, sumada a su capacidad autodidacta, al servicio de los destinos de la República. Esto, además, de sus dotes de escritor, tal vez el más grande de habla hispana del siglo XIX, confluyeron, para que encontrara su merecido lugar en la historia de Argentina y América.
¿Por qué se conmemora el 11 de septiembre el Día del Maestro?
El 11 de septiembre se conmemora el Día del Maestro, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, que falleció el 11 de septiembre de 1888, en Asunción, Paraguay.
Vida y obra completa de Sarmiento:
Cronología
Para facilitar el acceso a los contenidos del informe biográfico, presentamos un listado con las etapas de la vida de Sarmiento, por orden cronológico y temático:
- Orígenes (1811)
- Formación (1816-1830)
- Proscripción (1831-1855)
- Domingo Faustno Sarmiento y el periodismo (1841-1856)
- Viajes de capacitación (1845-1847))
- Sarmiento y su obra literaria (1843-1858)
- Inicia su vida política (1855)
- Domingo Faustino Sarmiento gobernador de San Juan (1862-1864)
- Ministro Plenipotenciario (1864-1868)
- Domingo Faustino Sarmiento, presidente de Argentina (1868-1874)
- Civilización y barbarie
- Últimas batallas en la vida pública (1874-1885)
- El ocaso del gran sanjuanino (1886-11 de septiembre de 1888)
- Día del Maestro 11 de septiembre
- Homenajes
Orígenes
Había nacido en Carrascal, humilde barrio de la ciudad de San Juan, un 15 de febrero de 1811. Llega al mundo, pocos meses después de la Revolución del 25 de mayo de 1810.
Según figura en la partida de nacimiento, Sarmiento no se llamaba Domingo. El nombre verdadero es Faustino Valentín Quiroga Sarmiento. Sin embargo, su familia siempre lo llamó Domingo, porque su madre era devota de Santo Domingo.
Domingo Faustino Sarmiento fue uno de los seis hermanos sobrevivientes, de una familia de 15 hijos de Doña Paula Albarracín y José Clemente Sarmiento.
Su vida, transcurre entre las guerras de la Independencia y las guerras civiles que asolaron al país en buena parte del siglo XIX. La historia de Sarmiento es la historia de la formación del estado, y el inicio del estado moderno.
Formación
Continuando con su biografía, Sarmiento, aprende a leer a los cuatro años. Sus primeros maestros fueron su papá, y su tío José Manuel Eufrasio Quiroga Sarmiento.
Estudios
Posteriormente, a los cinco, en 1816 año de la Independencia, ingresó en una de las Escuelas de la Patria fundadas por los primeros gobiernos autónomos de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Sarmiento, se cría en una familia de escasos recursos, sostenida económicamente por los trabajos de telar de su madre. Su padre sin oficio definido, fue peón arriero y soldado de la Independencia.
Terminada la primaria, intenta conseguir una beca para continuar con sus estudios secundarios en el Colegio de Ciencias Morales -actual Nacional Buenos Aires- pero se la niegan. A partir de entonces fue autodidacta. Con la ayuda de su tío José de Oro Albarracín, hermano de Fray Justo Santa María de Oro, se instruye en Latín y Teología. Estudia francés solo, y aprende matemáticas con la colaboración del ingeniero Barreau, a quien asistió en varios trabajos de agrimensura.
Tampoco, pudo acceder a estudios terciarios. Sin embargo, no se dio por vencido, y cumple su aspiración de obtener la graduación en una universidad: En julio de 1867, la Universidad de Michigan le otorgó el título de doctor en leyes.
Primera experiencia docente
La región de Cuyo, estaba convulsionada por las luchas entre unitarios y federales. En este escenario, Sarmiento contaba con 14 años y corría el año 1825.
Para ese entonces, Sarmiento, siguiendo a su tío Fray José de Oro -que fuera desterrado a San Francisco del Monte, San Luis- funda la primera escuela. Hay que destacar, que éste sería el primer contacto de Sarmiento con la tarea docente. De hecho, actualmente, la localidad se denomina San Francisco del Monte de Oro, en homenaje al fraile.
Enrolamiento en la milicia
Cuando las montoneras de Quiroga invaden Cuyo, decide enrolarse junto a su padre, en las filas unitarias del General José María Paz. Es así como, con el grado de teniente se enfrenta a las fuerzas federales de Facundo Quiroga y tiene su bautismo de fuego en Niquivil.
Proscripción
Poco después, como resultado de la toma de la provincia por los federales, se ve obligado a emprender el camino del destierro. Siendo muy joven, con apenas 20 años, Sarmiento marcha al exilio. Salvo algunas interrupciones, pasaría en Chile los siguientes 24 años.
Sin embargo, durante un paréntesis de cuatro años -entre 1836 y 1840- Sarmiento desarrolla su actividad en San Juan.
No obstante, el período de la proscripción, entre 1831 y 1855, fue un tiempo de formación e intenso trabajo en educación y periodismo. Así también como, el lapso más fructífero en su paso por la literatura.
1° Etapa de exilio en Chile
Con la provincia de San Juan tomada por las fuerzas federales, Sarmiento en 1831 se exilia en Chile.
Por esa época, en la localidad de Putaendo abre una escuela. Sin embargo, sus innovaciones pedagógicas no son aceptadas por las autoridades. Como resultado, privado de estos magros ingresos, hace toda clase de trabajos.
Durante estos años transcurridos en Chile, nace su primera hija Ana Faustina Sarmiento. Es fruto de sus amores, con la alumna María Jesús del Canto, con quien nunca se casó. Faustina se desposaría luego, con el imprentero Juan Belín, y tendría a su hijo Augusto Belín. Fue Ana Faustina la que lo acompaño en sus últimos años.
Finalmente, mientras trabajaba como capataz de una mina, enferma gravemente. Su familia logra entonces, que pueda volver a San Juan en 1836.
Intermedio en San Juan
Durante un paréntesis de cuatro años -entre 1836 y 1840- Sarmiento desarrolla su actividad en San Juan. En 1838 crea una Sociedad Literaria filial de la Asociación de Mayo, que había fundado Esteban Echeverría.
Poco después de inaugurar el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa, Sarmiento encara su primera empresa periodística. El 20 de julio de 1839, publica el periódico El Zonda y no alcanza a publicar más de seis números.En verdad, sus críticas incomodan al gobernador de San Juan, Nazario Benavídez, y se ve obligado a exiliarse nuevamente.
El 19 de noviembre de 1840 salió para Chile. Al pasar por las Sierras de Zonda, escribió con carbón sobre una piedra, la frase del conde de Volney (1757-1820), escritor y político francés:
On ne tue point les idées.
Bárbaros las ideas no se matan.
2° Etapa de exilio en Chile
Nuevamente en Chile, a pesar de ser un desconocido, se abrió camino a pura pasión y se desempeñó en las áreas del periodismo y la educación.
Trabajó como periodista en El Mercurio y El Nacional (1841), El Progreso (1842).
También en 1842 es designado para dirigir la Escuela Normal primer establecimiento en Latinoamérica dedicado a la formación de maestros.
Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, viaja por el mundo capacitándose en educación y comunicaciones.
Luego, a su regreso a Chile en 1848, se casa con Benita Augusta Martínez Pastoriza, viuda de Don Domingo Castro y Calvo. Entonces, adopta al hijo de la viuda, Domingo Fidel que tenía tres años, y le da su apellido. Por otra parte, según dicen algunos historiadores, la tradición oral le atribuye a Sarmiento, la paternidad de Dominguito, que murió en la guerra contra el Paraguay.
Posteriormente publica en La Crónica (1849) y luego La Tribuna.
Al mismo tiempo, en todos estos años, Sarmiento nunca pierde la oportunidad de manifestarse en contra de la tiranía de Rosas, convirtiéndose en uno de sus adversarios más temidos. A pesar de los muchos intentos, Rosas no consigue la extradición de Sarmiento por parte del gobierno chileno. De modo que, El Restaurador, decide hacerle frente a Sarmiento con sus mismas armas, publicando en Mendoza La Ilustración Argentina, con escaso éxito.
Participación en el Ejército Grande (1851)
El pronunciamiento de Urquiza el 1º de mayo de 1851, preanuncia el fin de la dictadura de Rosas.
Sarmiento decide, entonces, unirse al Ejército Grande y embarca en Valparaíso en la fragata Medici. Junto a Mitre, Paunero y Pedro León Aquino llega a Montevideo el 1º de noviembre de 1851. Posteriormente, se incorpora al ejército aliado libertador de Urquiza, con el grado de teniente coronel. Es entonces, que Urquiza le encarga la redacción de los boletines del ejército, aunque parecería ser, que Sarmiento aspiraba a un rol más protagónico.
Mientras tanto, su familia Benita y Dominguito, permanecen en Yungay, Chile. Al mismo tiempo, durante este período, Sarmiento inicia un romance clandestino con Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfield el autor del Código Civil.
Por último, sobrevino el desenlace, Rosas fue derrotado en Monte Caseros, y Sarmiento ya en disidencia con Urquiza, parte nuevamente rumbo a Chile.
Últimos años de exilio en Chile
Posteriormente, de regreso en Chile, Sarmiento retoma la tarea educativa. Trabaja en la redacción del Monitor de las escuelas (1852-1856). También, publica su Campaña del Ejército Grande.
Sigue de cerca, lo que ocurre en Argentina, y critica la Constitución de 1853, a pesar de haber alabado previamente, Las Bases de Alberdi que inspiró a los constituyentes. Simultáneamente, responde a un artículo de Alberdi con su acostumbrada pasión política llevada al límite de la agresión en Ciento y una.
Si bien, no comparte la posición de Buenos Aires, expresa su contradicción proclamando su condición de provinciano en Buenos Aires, porteño en las provincias y argentino en todas partes.
Al igual que muchos personajes destacados de su tiempo, Sarmiento, perteneció a la masonería. Se inició en la Logia Fraternal de Valparaíso de Chile, el 31 de Julio de 1854. Luego, en Argentina fue distinguido con el Grado 33, el más alto rango del rito escocés, el 18 de julio de 1860. Mas tarde, en 1882 asumió como Gran Maestre o Presidente de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Domingo Faustino Sarmiento y el periodismo
Primero, se inició escribiendo en El Mercurio (1841), en Valparaíso. Luego, siguió en El Nacional (1841), de Santiago, que fundó para defender la candidatura de Bulnes.
Ninguno de los dos periódicos mencionados, tenían por objeto combatir explícitamente a Juan Manuel de Rosas, por entonces gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de Argentina. Sin embargo, Sarmiento aprovecha todas las oportunidades que tiene para pelear contra la tiranía.
Posteriormente, Sarmiento también fundó el El Progreso (1842), primer diario de la capital chilena, secundado por Vicente Fidel López.
Por otra parte, con la imprenta llevada a Santiago por su yerno Juan Belín publicó La Crónica (1849) en total 61 números hasta el 20 de enero de 1850.
Continúa con La Tribuna, del gobierno conservador de Manuel Montt Torres con quien simpatizaba. Este periódico se convierte en su nueva trinchera.
También, publicó Sud América (1851) 10 números con 1080 páginas, donde colaboraron Bartolomé Mitre, Juan Bautista Alberdi, Vicente Fidel López entre otros.
Finalmente, El Mercurio, despide a Sarmiento, publicando el 1º de abril de 1851: Un presente para Rosas. Sarmiento, Mitre, Paunero y Aquino parten para Uruguay para cambiar la pluma por la espada.
Nuevamente en Chile, se le encomendó la redacción del periódico Monitor de las Escuelas (1852-1856), compuesto por doce volúmenes.
Viajes de capacitación
Recapitulando, volvamos a 1845. En ese entonces, era presidente de Chile, Manuel Montt Torres. Como ya comentamos antes, simpatizaba con Sarmiento. Es entonces, que lo envía a estudiar los sistemas educativos, métodos pedagógicos, y las comunicaciones de Europa y Estados Unidos.
Cumpliendo con esta misión, el gran sanjuanino, visitó Uruguay, Brasil, España, norte de África, Francia, Inglaterra, Italia, Austria, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Canadá.
Como era de esperar, fue muy crítico con España, dijo que adelantaba o atrasaba, que nunca iba al compás de los tiempos.
Un acontecimiento emblemático, tiene lugar a su paso por Francia. En 1846, tiene el honor de visitar a don José San Martín, en su casa de Grand Bourg.
Afines de 1847 embarca para Estados Unidos. Siente fascinación por este país, que considera un modelo a seguir. En Boston, se relacionó con los esposos Mary y Horace Mann. Además, el vínculo con Mary, se prolongó hasta su muerte. Ella tradujo parte de su obra al inglés.
Más tarde, llegando a Uruguay, conoce al escritor Esteban Echeverría (1805-1851), uno de los exiliados que se inscriben dentro de la generación del ’37, opositores a Rosas.
Sarmiento, su obra literaria
El gran sanjuanino, se declara perteneciente a la corriente del socialismo romántico, al modo de Esteban Echeverría. Sarmiento escribe mucho, y sobre todo tipo de temas: teatro, educación, cultura, costumbres, etc.
Efectivamente escribió muchos libros, libros didácticos, libros de lectura, y lo mejor de su producción lo escribió en Chile.
Entre los primeros están Mi defensa (1843), y General fray Félix Aldao (1845).
En 1845 se publica como folletín en el periódico El Progreso su Facundo o Civilización y Barbarie (1845).
Sarmiento, con su prosa efervescente describe al caudillo federal Facundo Quiroga, a quien odia y admira al mismo tiempo. Quiroga representa la barbarie: el atraso, lo rural, el gaucho, lo criollo y popular. En contraposición con la civilización: el progreso, la cultura, las nuevas corrientes del pensamiento europeas y especialmente sajonas.
Políticamente hablando la civilización es el partido unitario, y la barbarie el federal.
Facundo, fue su obra más importante y está entre las principales de la literatura latinoamericana. La primera traducción la hace Mary Mann, la esposa de Horace, que como explicamos antes, había conocido en su periplo por Estados Unidos.
Luego, publica Viajes por Europa, África y América (1849) en dos tomos. En este libro, recoge su experiencia de agudo observador, de los adelantos de Estados Unidos y Europa en materia de comunicaciones, educación e industria. También, describe el progreso que ve en otras culturas, y que quisiera ver reflejado en su país.
Así mismo, escribe el informe Educación popular (1849), donde explica su plan educativo, y su proyecto respecto de la educación laica, gratuita y obligatoria.
Continuando con su prolífica producción, al año siguiente, da a luz uno de sus mejores libros, Recuerdos de Provincia (1849), un libro evocativo y autobiográfico, pero siempre combativo. Efectivamente, Sarmiento ejerce su defensa y no pierde oportunidad, de apuntar contra la tiranía de Rosas.
Cuando ya presentía el fin de Rosas, publica Argirópolis (1850). Este libro, es un alegato sobre la superación de la división entre unitarios y federales. Propone una confederación de Argentina, Uruguay y Paraguay, con la capital en Martín García.
Finalmente, publica en Buenos Aires Anales de la educación común (1858), secundado por Juana Manso.
Sarmiento es considerado como uno de los 10 escritores más emblemáticos de Argentina y delos más grandes de habla hispana del siglo XIX
Inicia su vida política
Llega a su fin, la estadía en Chile. En 1855, Sarmiento vuelve a Argentina.
Pasó por San Juan, Mendoza y Rosario. Al final, se decidió por Buenos Aires, sin perder de vista su objetivo que era el de luchar por la unificación del país. Ingresó como redactor en El Nacional el diario de Dalmacio Vélez Sarsfield.
Ya en 1856 Sarmiento es elegido concejal por el barrio de Catedral Norte. Fue designado por Vélez Sarsfield, jefe del departamento de escuelas, cargo que desempeñó por seis años. Relacionado con su actividad docente y secundado por Juana Manso, es cuando publica Anales de la educación común (1858).
Un año después, en 1857, fue electo senador por San Nicolás de los Arroyos. Despliega una incesante actividad en el Senado abordando múltiples temas. Por su insistencia se aprueba el Código de Comercio de Eduardo Acevedo y Vélez Sarsfield.
Rumbo a la unidad nacional
Como mencionamos previamente en la biografía resumida, la historia de la vida de Sarmiento es la historia de la formación del estado, y el inicio del estado moderno en Argentina.
Con su desborde de acción y fervor característico, entra en el fragor de la disputa entre Buenos Aires y la Confederación sin perder de vista la unidad nacional.
Estos primeros años de la vida política de Sarmiento, están marcados por tres grandes hitos históricos: La reforma de la constitución del 53, y las batallas de Cepeda y Pavón, que relataremos a continuación.
Reforma de la Constitución de 1853
El primero de los tres hechos trascendentes de esta etapa de la vida de Sarmiento y del camino a la unidad nacional, es la reforma de la Constitución. Es importante destacar, que para hacer efectiva la incorporación de Buenos Aires a la Confederación se debía reformar la Constitución de 1853. Sarmiento demostró su talla de constitucionalista, como diputado en la convención reformadora de 1859.
Pacto de San José de Flores
El segundo hecho trascendente, es el pacto de San José de Flores. El 23 de octubre de 1859 se libra la batalla de Cepeda, que favoreció a Urquiza, y se firmó el pacto de San José de Flores. El pacto declaraba la unión de Buenos Aires a la Confederación. Se convocó a elecciones presidenciales y se eligió a Santiago Derqui.
Batalla de Pavón
El tercer acontecimiento histórico importante, es la batalla de Pavón. A partir de la cual, se consigue después de diez años de lucha la unidad con hegemonía de Buenos Aires.
En 1860, Mitre es electo gobernador por Buenos Aires y nombra a Sarmiento en la cartera de gobierno. Empieza un acercamiento entre los líderes de la Confederación y Buenos Aires.
Urquiza y Derqui vistan a Mitre en Buenos Aires, y este a su vez devuelve la atención con otra visita. Cuando ya parecía que estaban cerca de un acuerdo, el diablo metió la cola, y Buenos Aires y la Confederación se vuelven a enfrentar en Pavón.
En este escenario se llega a la Batalla de Pavón. El 17 de septiembre de 1861, con Mitre al mando, Buenos Aires gana la contienda. Urquiza disgustado con Derqui se retira a entre Ríos, y acepta la hegemonía de Buenos Aires. Cae el gobierno de la Confederación y Mitre queda a cargo del poder ejecutivo, después de diez largos años de lucha por la unidad de la República.
Sería un acontecimiento en la misma cuna del sanjuanino, lo que desataría nuevamente, el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación.
Si querés saber cómo y porqué se llegó a la batalla de Pavón lee a continuación: (Si podes vivir sin averiguarlo, pasá al tema siguiente)
¿Porque se llegó a la Batalla de Pavón?
La secuencia se inicia varios años antes. Recordemos que Nazario Benavidez, gobernador de San Juan, históricamente había estado en contra de Sarmiento. Los partidarios de Buenos Aires se alzan contra Benavidez y lo recluyen. El 23 de octubre de 1858, es asesinado en prisión por la fracción triunfante temiendo que pudiera encabezar un levantamiento.
Sarmiento tuvo la ligereza de aprobar esta acción; quedando como si Buenos Aires, hubiera sido la promotora de estos hechos.
La Confederación intervino la provincia de San Juan, colocando al militar correntino, José Antonio Virasoro; que aplacó el terrorismo de los descontentos con más terror. Debido a la violencia impuesta por José Antonio Virasoro, los descontentos lo asesinan el mismo día en que Urquiza, Derqui y Mitre le estaban pidiendo la renuncia.
Aberastain, amigo personal de Sarmiento, es elegido gobernador por los sanjuaninos. Las autoridades nacionales de la Confederación, nombran interventor al coronel José Saá gobernador por San Luis. Los sanjuaninos se resisten y son derrotados en la Rinconada de Pocitos el 10 de enero de 1861. Aberastain fue tomado prisionero y ejecutado sin más trámite.
Sarmiento presentó la renuncia y rugió contra el gobierno de la Confederación que se había llevado puesto a su amigo Aberastain. Se sumaron a la protesta muchas voces, entre ellas la de Mitre y Marcos Paz en Tucumán.
Entre tanto se estaban eligiendo diputados y senadores por Buenos Aires al Congreso Nacional. Sin embargo, el Congreso los rechaza pretextando no haber sido electos bajo la ley nacional, sino de acuerdo a la ley provincial.
Domingo Faustino Sarmiento, gobernador de San Juan
Entre tanto, Sarmiento marcha con el ejército unitario a San Juan, y es elegido por la legislatura gobernador de la provincia en 1862.
Aquí, Domingo F. Sarmiento, tiene su gran oportunidad. En el ámbito educativo dicta la Ley Orgánica de Educación Pública, imponiendo la enseñanza primaria obligatoria. También, crea el colegio que fue el origen del Colegio Nacional de San Juan y la Escuela de Señoritas para la formación docente.
Se separa de su esposa Benita, a causa de su pasión manifiesta por Aurelia Vélez, cuyo testimonio queda en una carta que él envía a Aurelia y que Benita intercepta.
Su actividad era vertiginosa, San Juan se urbanizó a un ritmo acelerado, pero también impulso la agricultura y minería. Y como si esto fuera poco vuelve a editar el diario El Zonda.
Pero tampoco fue lo único. Frente al levantamiento en 1863, del caudillo riojano Chacho Peñaloza, Sarmiento decreta estado de sitio. Y en su carácter de coronel, encabeza la lucha hasta derrotarlo. Fue criticado por Guillermo Rawson ministro del interior de Mitre, por decretar estado de sitio, considerado potestad del gobierno nacional.
Su impopularidad en el gobierno de San Juan, ocasionada por las dificultades financieras se hizo insostenible. Su déficit en la economía, fue producto de su obra de gobierno y su condición de director de la guerra contra los montoneros. Fue entonces, que decide aceptar el ofrecimiento de Mitre, y parte rumbo a Washington en 1864, en representación del país.
Ministro Plenipotenciario
Efectivamente, en 1864 Sarmiento fue nombrado por Mitre -como comentamos en el párrafo anterior- ministro plenipotenciario de la Argentina.
Sarmiento llega a Nueva York en mayo de 1865. Fue poco después del asesinato de Abraham Lincoln, y escribe un libro sobre la vida de Lincoln.
Permanece en Estados Unidos tres años y los aprovecha para acrecentar sus conocimientos. Conoce a Longfellow y a Emerson. Asiste a congresos pedagógicos y funda la revista Ambas Américas.
Sarmiento tenía 55 años y conoce en Chicago a una joven maestra de 25 años, Ida Wickershamm. La relación de Sarmiento con Ida, quedó inmortalizada por Enrique Anderson Imbert, en su obra Una aventura amorosa de Sarmiento en Chicago.
El 22 de septiembre de 1866, muere su hijo adoptivo Domingo Fidel en la guerra contra Paraguay, conocida como Guerra de la Triple Alianza. Dominguito, cae mortalmente herido en la Batalla de Curupayty, a los 21 años de edad. Un inmenso dolor atraviesa la vida de Sarmiento, que lo acompañaría por el resto de sus días.
En julio de 1867 se cumple su vieja aspiración de obtener la graduación en una universidad. Después de haber fracasado en Buenos Aires, la Universidad de Michigan le otorgó el título de doctor en leyes. Este acto solemne, fue descripto por su secretario Bartolomé Mitre y Vedia, hijo del entonces presidente Mitre.
Durante su ausencia, en Buenos Aires un grupo de políticos lo nombra candidato presidencial en abril de 1868. El 16 de agosto, el Congreso lo elige presidente, durante su viaje de regreso a Buenos Aires.
Domingo Faustino Sarmiento, presidente de Argentina
El 12 de octubre de 1868, Sarmiento asume como presidente. Fue un innovador y dejó su impronta en el área de la educación y las comunicaciones, la gestión del estado y las finanzas, y en todo aquello que fuera sinónimo de progreso.
Sin embargo, también debió afrontar innumerables conflictos: el fin de la guerra de la Triple Alianza y las problemáticas relaciones con Brasil; el clima político inestable de las provincias y la rebelión del caudillo de Entre Ríos; y como si esto fuera poco, soportó el azote de los malones y la fiebre amarilla.
La educación
Domingo Faustino Sarmiento, durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.
Contó con el eficaz auxilio de Nicolás Avellaneda. Entre sus proyectos más notables están la Escuela Normal de Paraná, con maestras traídas de Estados Unidos; el Observatorio nacional de Córdoba; la Facultad de Ciencias Exactas de Córdoba con científicos europeos; la Escuela de Minería y Agronomía; el Instituto de Sordomudos; bibliotecas públicas y escuelas nocturnas para adultos.
Impulsó la formación militar y el equipamiento necesario para la defensa del país y la vigilancia de sus largas costas. Se creando los institutos militares: Colegio Militar de la Nación (1869) y la Escuela Naval Militar y el arsenal de Zárate (1872).
Las comunicaciones
Durante sus viajes Sarmiento había estudiado el tema de las comunicaciones. En su presidencia se tendieron 5000 Km de cables, para comunicación telegráfica. En 1871 se inaugura el telégrafo que une Buenos Aires con Córdoba, y en 1874 se inauguró la primera línea telegráfica con Europa.
Se alentó durante su mandato la navegación de los ríos Bermejo, Salado y Río Negro. Se construyeron la mayor parte de los caminos a capitales de provincia y puentes. Se tendieron todas las líneas de tranvías que luego se concentraron en la Anglo-Argentina Ltda.
También durante su gestión se modernizó el correo que pasó de trasladar 4.000.000 de piezas postales en 1868 a 7.787.400 en 1873
Pidió Sarmiento a Fernando Lesseps, el constructor del canal de Suez, planos para el puerto de Buenos Aires. Al iniciarse las cesiones del Congreso en 1869, Sarmiento hizo llegar a la Cámara de Diputados una ley contrato por la cual se daba la explotación a perpetuidad del puerto de Buenos Aires a una empresa extranjera, con la participación de Eduardo Madero. Los diputados la aprobaron sin discusión. Pero tuvo la férrea oposición de Mitre, senador por la provincia de Buenos Aires.
En relación a los ferrocarriles, de los 573 kilómetros que tenía la red ferroviaria, pasó a tener 1331 kilómetros, hacía el final de la presidencia de Sarmiento. Sin embargo, el tendido de líneas se realizó con un esquema radio céntrico en lugar de una red en telaraña con intercomunicación entre los pueblos de las distintas regiones.
El patrón de crecimiento radio céntrico de la red ferroviaria convenía a los intereses británicos para sacar la materia prima desde el interior al puerto de Buenos Aires. Como sucedería incontables veces a lo largo de nuestra historia, los gobernantes argentinos no han podido sustraerse a los designios del capital extranjero.
Primer censo nacional
Del 16 al 17 de septiembre de 1869 se llevó a cabo el primer censo nacional, previsto en la Constitución y dispuesto por ley del gobierno de Mitre.
La población ascendía a 1.830.214 habitantes, de los cuales el 5% eran indígenas y el 12.1% extranjeros y de estos 8% eran europeos. El 71% era analfabeto. Aproximadamente el 33 % por ciento de la población era urbana y el 67% restante habitaba en áreas rurales.
Ya se perfilaba la tendencia poblacional de la provincia de Buenos Aires, que concentraba aproximadamente un 27% de la población, que era bastante mayor que la de las restantes provincias. Buenos Aires tenía 495.107 habitantes, de los cuales 177.787 habitaba la Ciudad de Buenos Aires.
Sarmiento abogaba por la inmigración de origen sajón, pero estos preferían ir a Estados Unidos donde podían encontrar trabajo en la industria. Pero Argentina era un país eminentemente rural. Aquí llegaron los pobres campesinos sin tierras del sur de Europa, como muchos de nuestros abuelos.
Con la Comisión Protectora de la Inmigración de 1863 y la Comisión Central de la Inmigración de 1869, se estimuló la inmigración que imprimió un ritmo poblacional ascendente hasta la crisis del 1930.
Ver más sobre el movimiento poblacional de Argentina >>.
Crisis durante el gobierno de Sarmiento
La presidencia de Sarmiento debió enfrentar la terminación de la guerra con el Paraguay, y la crisis en las relaciones con Brasil; el descontento de las provincias y la oposición en el parlamento; el asesinato de Urquiza y las rebeliones de López Jordán en defensa de la autonomía entrerriana, además del azote de los indios en todas partes.
Pero además se agregó a estos problemas, un violento brote de fiebre amarilla en Buenos Aires, que se inició el 27 de enero y se prolongó hasta mediados de junio de 1871.
La fiebre se cobró 20.000 vidas. Hubo hasta 500 muertos por día, y fue necesario habilitar un nuevo cementerio, el de Chacarita. Las familias migraron del sur de la ciudad a la parte norte y áreas rurales, huyendo de la epidemia. Murieron 1 de cada 9 habitantes.
Hacia fines de su mandato en agosto de 1873, Sarmiento sufrió un atentado. Ocurrió, cuando iba en su carruaje rumbo a la casa de Vélez Sarsfield, más precisamente en la esquina de Corrientes y Maipú. Su carruaje se sacudió por una fuerte explosión, pero Sarmiento se enteró después cuando se lo relataron, ya que para entonces estaba completamente sordo. El atentado habría sido por encargo de López Jordán y Sarmiento resultó ileso.
Mejoras del estado
Entre las mejoras al estado que introdujo Sarmiento, está la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial, que permitieron transparentar la gestión del estado con el acceso de la población.
Un gran evento dentro del período de gobierno de Sarmiento, fue la gran exposición que se realizó en Córdoba en 1871, con exhibición de nuevas tecnologías en maquinarias agrícolas.
El pabellón de exposiciones, los jardines y el cable carril para trasladar pasajeros y mercadería junto a las modernas tecnologías, fueron inmortalizados en las Litografías que fueron publicadas en El Plata Ilustrado
En el campo financiero se instalaron, el Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires (1871), el Banco de Italia y Río de la Plata (1872), el Banco Nacional (1873).
Civilización y barbarie
Sarmiento es, sin lugar a dudas, un personaje polémico de la historia argentina. Sus contemporáneos lo llamaban el montonero intelectual.
Fue considerado por Miguel de Unamuno el mejor escritor de habla hispana del siglo XIX.
Al decir de Unamuno, sus textos fueron un clásico comparable a la Divina Comedia de Dante.
Sarmiento fue un producto de su tiempo, y expresa el dilema que el describe como civilización y barbarie, que solo puede resolverse con el triunfo de la civilización sobre la barbarie.
La civilización era la corriente de pensamiento europea, lo urbano, el progreso. La barbarie estaba encarnada en lo rural, el gaucho, el indio, el atraso.
Complejo de barbarie
La persona de Sarmiento manifiesta la profunda contradicción de su origen humilde, y el desprecio por los de su propio origen. Pudo enfrentar el rechazo de la elite urbana de su tiempo, y escapó al destino que los decentes y principales tenían deparado para él. Se convirtió en autodidacta y cuando por la fuerza de su espíritu y el vigor de sus ideas se integró al grupo de pensadores de su tiempo denostó sus raíces iberoamericanas.
¿Como se explica? Algunos dirían Síndrome de Estocolmo, enamorarse del verdugo. Pero esto sería analizar una conducta individual. Salvador Ferla lo llama complejo de barbarie, lo ejemplifica en Sarmiento, pero lo extiende al resto de la sociedad.
La formación de la conciencia nacional enfrentó un gran obstáculo. Este consistía en la conflictiva confrontación entre campo y ciudad, unitarios y federales, interior y puerto, la cultura indo hispánica y el iluminismo europeo.
Expresiones de la civilización
Pero, los actores de este drama se explican por sí mismos. Sin metáforas o medias palabras para manifestarse.
Por ello lo mejor es transcribir algunas de sus frases, de Alberdi y Sarmiento, dos personajes representativos de la sociedad de su tiempo.
Efectivamente, mencionamos a Alberdi por ser contemporáneo de Sarmiento. Pero, además, porque aunque tenía notables diferencias con Sarmiento, estaban como se verá, en el mismo barco.
Frases de Alberdi
Alberdi decía de Sarmiento, que este pensaba que el mundo se movía por la fuerza de las ideas. Pero, que parecía ignorar, que lo que sustentaba el poder es un fuerte respaldo económico.
Dijo Alberdi:
Hay que desalojar al criollo como este desalojara al indio. En cien años del mejor sistema de instrucción no haréis de él un obrero inglés.
Alberdi también explica para que no haya lugar a dudas:
Es utopía pensar que nuestra raza hispanoamericana, […] pueda realizar hoy la república representativa. […] La Constitución es el instrumento de la felicidad de un país. […] Por lo tanto si este país quiere ser feliz debe cambiar de pueblo. […] Si hemos de componer nuestra población para el sistema de gobierno, es necesario fomentar en nuestro pueblo la población anglosajona. Ella está identificada al vapor, al comercio, a la libertad, […].
Alberdi llega a una notable conclusión, que tal vez explica el sentir de la elite gobernante, en relación al genocidio paraguayo. Al finalizar la guerra de la Triple Alianza, de un millón de habitantes quedaron 200.000.
Un paraguayo que sepa leer y escribir siempre será salvaje e inculto comparado con un inglés o francés analfabeto
Durante la presidencia de Sarmiento, la guerra todavía continuaba, con el pretexto de salvar al pueblo del liderazgo de Francisco Solano López. Y llega a su fin con la muerte de López y de la mayoría de la población masculina de Paraguay.
Frases de Sarmiento
Por su parte Sarmiento en sintonía expresa:
Los americanos se distinguen por su amor a la ociosidad y su incapacidad industrial. Con ellos la civilización es del todo irrealizable, la barbarie es normal.
Dijo Sarmiento sobre los indios:
Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia.
Escribió Sarmiento en una carta a Mitre:
No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes.
Últimas batallas en la vida pública
Al finalizar su mandato, Sarmiento apoyó la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda, a quien entrega la presidencia en 1874.
Sin embargo, Sarmiento se retiró de la presidencia, pero no de la política.
En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna.
En ese mismo año de 1875, es electo senador nacional por San Juan. Permanece en el cargo hasta 1879.
Durante un breve período, asume como ministro del Interior de Nicolás Avellaneda. Finalizado el primer mes de su mandato renuncia por desavenencias con Carlos Tejedor, gobernador de Buenos Aires.
En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251.
Fue nombrado Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación, durante la presidencia de Roca.
Luchó a ultranza por la educación popular, especialmente, en áreas rurales. Sostenía, que la educación dirigida según los patrones ideológicos de la clase dominante, lejos de convertir al pueblo en un problema, evitaría la vagancia y las montoneras.
Finalmente, en 1884 logra la aprobación de su proyecto de ley 1420 de educación gratuita, laica y obligatoria. Luego renuncia por desavenencias con Avellaneda y Roca.
Roca había prohibido emitir sus opiniones a los militares, por lo que en 1885 Sarmiento renuncia al ejército, para poder expresarse en su diario El Censor.
El ocaso del gran sanjuanino
A los setenta y dos años publica la obra Conflictos y armonías de las razas en América. También publica Vida y escritos del coronel Don Francisco J. Muñiz y Vida de Dominguito (1886)
Su nieto Augusto Belín Sarmiento, inició por decisión oficial la publicación de las obras de Sarmiento compuesta por 52 tomos.
En 1886 se empieza a sentir enfermo. Realiza un viaje de descanso a Tucumán y Salta. A mediados de 1987 se va a Paraguay, desde donde sigue escribiendo. Pasa el verano del 87 en Buenos Aires y en mayo decide establecerse en Asunción por su clima cálido.
El 11 de septiembre de 1888 muere en Paraguay, igual que su hijo Dominguito. Tiene una muerte apacible reclinado en su silla como lo muestra su fotografía post mortem.
Unos años antes había escrito una especie de testamento en donde se define y habla de su muerte física y política.
Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, […]
…espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas
Sus restos fueron trasladados a Buenos Aires y el 21 de noviembre fue sepultado en La Recoleta, con los honores de un jefe de estado y Padre de la Patria como lo llamó Carlos Pellegrini en el discurso que pronunció en nombre del senado.
El Día del Maestro
El 11 de septiembre se conmemora el Día del Maestro, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, que falleció el 11 de septiembre de 1888, en Asunción, Paraguay.
En verdad, la figura de Sarmiento, trascendió las fronteras. En la reunión realizada por la Conferencia Interamericana de Educación, integrada por educadores de toda América, que tuvo lugar en Panamá en 1943 se determinó el 11 de septiembre como Día Panamericano del Maestro en las Américas. Desde entonces se celebra en nuestro país en esa fecha.
Seguramente, diversos aspectos confluyeron, a que encontrara su merecido lugar en la historia. Entre ellos podemos destacar: su personalidad volcánica y arrolladora, para defender sus convicciones; su capacidad autodidacta y su visión de futuro puesta al servicio de los destinos de la República; sumada, a sus dotes de escritor, tal vez el más grande de habla hispana del siglo XIX
Homenajes a Sarmiento: Monumentos y museos
Existen innumerables bustos y estatuas en el país y fuera de él, conmemorando la figura de Domingo Faustino Sarmiento.
Tal vez los dos más notables son: el Monumento a Sarmiento de obra del escultor Auguste Rodin y la Ofrenda Floral a Sarmiento, obra de Émile Edmond Peynot en el Rosedal, ambos en el Parque Tres de Febrero, en la Ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, Sarmiento ya había sido homenajeado por el estado, en vida. En sus últimos años, se dispuso la publicación de sus obras completas compuesta por 52 tomos.
Luego el 29 de septiembre de 1938, por Ley N° 12.556 se dispuso la adquisición del patrimonio que se agregaría al donado por sus nietos en 1913 para integrar un nuevo museo para honrar su figura.
También, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1966, y Monumento Histórico Provincial en 1989, la casa que Sarmiento poseía en el Tigre. La Casa Museo Sarmiento es una pequeña vivienda construida en madera, a orillas del Río Sarmiento en confluencia con el arroyo Reyes, y hoy funciona como museo y biblioteca protegida por una campana de vidrio.
Referencias:
Todo el material gráfico del informe está editado digitalmente en versión personalizada por surdelsur.com en base a los siguientes documentos:
- Stein, Henri (Dibujante, ilustrador franco-argentino). (1843-1919) Personajes políticos, militares y periodísticos del período presidencial de Avellaneda [Ilustración]. Antón Perulero. Buenos Aires, Argentina.
- Domingo Faustino Sarmiento, presidente [Fotografía]. Museo Sarmiento.
- Cable-carril en la Exposición de Córdoba 1871[Dibujo]. Publicado por El Plata Ilustrado. Buenos Aires, Argentina.
- Zeigner, C. (Dibujante, ilustrador). Pabellón de Exposiciones de Córdoba – 1871. Interior[Dibujo]. Publicado por El Plata Ilustrado. Buenos Aires, Argentina.
- Meyer, Henry (Dibujante, ilustrador). Atentado contra Sarmiento [Dibujo]. Buenos Aires, Argentina.
- Cortazzo, Oreste (Pintor, grabador, italiano). (1836-1910) Reunion de la comisión del puerto de Buenos Aires [Oleo]. Buenos Aires, Argentina.
- Blanes, Juan Manuel (Pintor, uruguayo). (1830-1901) La fiebre amarilla – 1871[Oleo, detalle]. Museo Nacional de Artes Visuales. Montevideo, Uruguay.
- Blanes, Juan Manuel (Pintor, uruguayo). (1830-1901) El último paraguayo [Oleo, detalle]. Museo Nacional de Bellas Artes. Montevideo, Uruguay.
- Embarco de inmigrantes en Marsella con destino al Río de la Plata [Grabado, detalle]. El Americano.
- Urrabieta Vicente (Dibujante, litógrafo e ilustrador, español) (f. 1879) Reconstrucción del asesinato de Urquiza en San José [Grabado, detalle]. Madrid
- Ricardo López Jordán [Fotografía]. Archivo General de la Nación. Buenos Aires, Argentina.
- Molet A. Dalmacio Vélez Sarsfield [Litografía]. Archivo General de la Nación. Buenos Aires, Argentina.
- Penuti Carlo (Pintor, italiano). Batalla de Monte Caseros – 1852 [Litografía]. Penuti Carlo y Bernheim, José Alejandro. Imprenta Volante del Ejército Grande. Monte Caseros, Argentina.
- Desmadryl Narciso (Dibujante, litógrafo e ilustrador, francés) (n. 1801). Retrato de Domingo Faustino Sarmiento [Litografía]. Chile.
- Cerutti Eduardo (Pintor, italiano) Inauguración del primer ferrocarril – 1857[Dibujo]. Buenos Aires, Argentina.
- Cerutti Eduardo (Pintor, italiano) Montoneros del Chacho[Óleo]. Museo Histórico Nacional de Luján. Buenos Aires, Argentina.
- Retrato de Dominguito Sarmiento durante la Campaña al Paraguay [Dibujo]. Museo Histórico Nacional. Buenos Aires, Argentina.
- Pallière, Juan León (Pintor, francés) (1823-1887) Partida de la guardia nacional de Buenos Aires para la batalla de Pavón [Acuarela]. Buenos Aires, Argentina.
- Urquiza y Solano López ovacionados en Buenos Aires después del tratado de paz [Grabado]. El Correo de Ultramar. Buenos Aires, Argentina.
Bibliografía:
- Abad de Santillán, Diego Historia Argentina Tipográfica Editora Argentina, 1965. Buenos Aires, Argentina.
- Juárez, Francisco N. La noche en que quisieron matar a Sarmiento
Diario La Nación, 21 de abril de 2002. Buenos Aires, Argentina. Artículo