El Río de la Plata y los acontecimientos que rodearon su sorprendente descubrimiento por Juan Díaz de Solís en 1516 es el tema de este informe. La llegada por primera vez de los europeos a nuestro territorio, fue un hecho trascendente, que marcó el rumbo de la conquista.
Efectivamente, los expedicionarios, suponían que el Río de la Plata era la puerta de acceso a la ruta de la plata. La magnífica visión de aquel río inmenso, el río más ancho del mundo, estimuló durante décadas la imaginación de los conquistadores que venían por las riquezas del rey blanco y la Sierra de la Plata.
CONTENIDOS
Cómo es el Río de la Plata
Los exploradores creyeron que se trataba, por sus enormes dimensiones, de un brazo de mar. Pero al mismo tiempo, corroboraron que sus aguas no eran saladas, y que su color encendido por el sol del verano, tenía reflejos leoninos.
Y ciertamente Solís, no estaba tan equivocado. El Río de la Plata, es un río con algo de brazo de mar. Una lengua salina de aguas marinas, se desliza por el fondo. En tanto una corriente superficial de agua dulce, proveniente de las lluvias y de los ríos Paraná y Uruguay que desaguan en el Río de la Plata, se desliza por la superficie en sentido contrario. Este fenómeno es más evidente en la costa uruguaya.
También, presenta numerosos bancos de arena, o fangos arenosos, que, sumado a la turbulencia, le otorgan su color leonino.
Lamentablemente, Juan Díaz de Solís, nunca se enteró que había descubierto el río más ancho del mundo.
El río más ancho del mundo
El Río de la Plata, alcanza su ancho máximo de 221 Km, en la linea trazada entre Punta del Este, Uruguay; y Punta Rasa en el Cabo San Antonio, Argentina. El sector más angosto tiene 26 metros, junto a la boca del río Uruguay. El estuario tiene una forma triangular de 323 km de largo. Corre de noroeste a sureste, sirviendo de frontera en todo su recorrido entre Argentina y Uruguay. La profundidad media, es de 10 metros. Su superficie total es de 30.212 Km2.
El Río de la Plata y sus afluentes forman parte de la Cuenca del Plata. Uno de los recursos hídricos más importantes de Argentina.
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Rivalidad por la conquista
España y Portugal, se disputaban el dominio sobre la región. Con el Tratado de Tordesillas, en 1493, había quedado delimitada la porción del nuevo mundo que correspondía a cada uno de los imperios. Aun así, se sucedían las incursiones secretas en los nuevos territorios, los espionajes y las intrigas por ambas partes.
El Mar del Sur, había sido descubierto en el istmo de Panamá en 1513 por Vasco Núñez de Balboa (1475-1519), navegante y conquistador español. Los reyes de España entonces, resolvieron tomar posesión del estrecho, que comunicaba aquel mar con el Atlántico.
Descubrimiento del Río de la Plata
El rey español Fernando II encomendó a Juan Díaz de Solís (1470-1516), la búsqueda del estrecho que uniera los dos océanos. Solís partió el 8 de octubre de 1515 de Sanlúcar de Barrameda, España, cruzó el Atlántico y el 2 de febrero de 1516, buscando ese paso entre ambos océanos, encontró un río, que más que río parecía mar y lo llamó Mar Dulce.
El conquistador español, desembarcó en Punta del Este, Uruguay; y tomando posesión de la tierra en nombre del rey de España, llamó al lugar Puerto de Nuestra Señora de la Candelaria. Díaz de Solís se adentró en el estuario e hizo escala en la isla Martín García, que lleva ese nombre por que allí se enterró al despensero fallecido a bordo de la carabela.
Muerte de Juan Díaz de Solís (1470-1516)
Solís no puedo disfrutar de su éxito y murió a manos de los indios charrúas o guaraníes. José Luis Borges en Fundación mítica de Buenos Aires, basado en el relato de algunos historiadores, dice, que ese fue el día en que ayunó Juan Díaz y los indios comieron.
El único sobreviviente del ataque a Solís, el grumete Francisco del Puerto, fue apresado por los indios.
El resto de la tripulación que permaneció embarcada, se alejó iniciando el retorno. Regresaron inmediatamente al cabo de San Agustín, en donde recogieron palo brasil y retornaron a España, pero una de las naves naufragó en la costa de Brasil, en el puerto de Los Patos, frente a la isla de Santa Catalina.
Estos personajes, Francisco del Puerto y Alejo García tripulante de una de las naves que naufragó, desempeñan un papel importante en la historia que contamos a continuación.
El bautismo del Río de la Plata
Según relata el historiador Diego Abad de Santillán, fue Alejo García, náufrago de la expedición de Solís, quien alentado por las historias que relataban los indios, sobre el rey blanco y la Sierra de la Plata, parte desde las costas de Brasil hacia los contrafuertes andinos.
En su periplo, los indios chanaes le dan muestras de oro y plata, que obtenían de los indios peruanos. Lamentablemente no vivió para contarlo. Pero algunos indios y expedicionarios sobrevivientes, lograron regresar a la costa de Brasil. Y así, se echó a rodar la leyenda del rey blanco y la Sierra de la Plata.
Los portugueses, que se disputaban el territorio con los españoles, no querían llamarlo Río de Solís, por que implicaba la aceptación tácita de pertenencia a los españoles. Por esta razón lo llamaron Río de la Plata, ya que pensaban que los conduciría a la Sierra de la Plata.
La Sierra de la Plata, la leyenda continua
Sebastián Gaboto (1477-1557) zarpó del puerto español de Sanlúcar de Barrameda en 1526, dispuesto a cruzar el estrecho que descubriera Hernando de Magallanes en marzo de 1520. El estrecho, era el que comunicaba el Océano Atlántico con el Océano Pacífico, y lo llevaría rumbo a las Molucas.
Pero, cuando Gaboto, llegó a la isla de Santa Catalina en la costa de Brasil, escuchó la leyenda sembrada por los náufragos sobrevivientes que habían estado con Alejo García, sobre el rey blanco y la Sierra de la Plata.
Gaboto, que no se pudo resistir al magnetismo de la prometedora historia, cambió su destino de las Molucas, por el camino hacia el río que conducía hacia la Sierra de la Plata.
En el trayecto, se encuentra con el grumete Francisco del Puerto, único sobreviviente del ataque a Solís, que, estando cautivo, había escuchado la historia de la Sierra de la Plata, de boca de los charrúas y guaraníes, lo cual aumentaba la credibilidad del relato.
Fundación de Sancti Spiritus primera fundación española en tierras argentinas
Del Puerto, se suma a la expedición de Sebastián Gaboto, y remontan el Río de la Plata hasta la confluencia del Paraná con el Carcarañá. Allí, fundaron en 1527 el fuerte Sancti Spiritus, la primera población española en tierras argentinas.
Para 1529, los indios al mando de los caciques Síripo y Marangoré, cansados del destrato de los conquistadores, se defendieron y dejaron en ruinas el fuerte de Sancti Spiritus el 2 de septiembre.
Sancti Spiritus, fue arrasada y murieron casi todos sus habitantes. Sólo quedaron cenizas y leyendas.
Una de las historias que trascendió, fue la ficción amorosa que relata el primer cronista nacido en la región, Ruy Díaz de Guzmán (1558-1629), que culpa de la destrucción de Sancti Spiritus a los indios laudando en favor de los conquistadores.
La leyenda que le dio el nombre a nuestro río
Es bueno recordar, que esta parte de la historia, comienza a partir de que Gaboto zarpa de España, buscando llegar a las Molucas a través del estrecho, que unía los dos océanos.
Carlos V, que no tenía noticias sobre las Molucas, decide enviar a Diego García Moguer.
Moguer, que ya había participado de la expedición de Solís, se encuentra con Gaboto en 1527. Éste, lo convence de unirse a la expedición, en busca de la Sierra de la Plata. Ambos parten, entonces, remontando el río Paraguay, hacia el norte.
Finalmente, en 1529, Carlos V, que no había logrado encontrar otras fuentes de financiamiento, le vende las Molucas al rey de Portugal por apenas 350.000 ducados.
Ciertamente, la de Sancti Spiritus, no fue la única leyenda, ni la más emblemática. Hubo otra leyenda, mucho más poderosa, que tuvo consecuencias para nuestra identidad nacional. Esta otra leyenda, sin lugar a dudas, fue la de la Sierra de la Plata y el gran Río de la Plata, que conduce a ella.
La historia, arribó a España, en la memoria de los escasos sobrevivientes de la travesía. Solo veinte, de un contingente de doscientos, retornaron a Sevilla el 22 de julio de 1530, conducidos por Sebastián Gaboto y Diego García Moguer.
Estos hombres, transmitieron la leyenda que nos legó un nombre, el de nuestro Río de la Plata.
Los múltiples nombres del río
El emblemático río, tuvo varios nombres antes de llamarse Río de la Plata.
El río, era importante para la vida de los habitantes de la región, desde antes de la llegada de los españoles. Los nativos lo llamaban: Río de los Aos, que significaba río de los lobos marinos. También lo denominaban: Uruguay, río de los pájaros; Paraguay, reunión de ríos; Paraná o Paraná Guazú, Río pariente del Mar o Gran río pariente del Mar. Finalmente todos estos nombres sirvieron para nombrar a los afluentes de la Cuenca del Plata.
Los exploradores y cartógrafos, también, nombraron de muchas maneras, al caudaloso río. Bartolomé Jacques lo denominó Río de Solís. También fue llamado río Jordán, San Cristobal y Río de Santa María.
El río, ya aparecía en la cartografía previa a 1516, pero se lo considera oficialmente descubierto a partir de la expedición de Solís.
A continuación, se encuentra un detalle de los mapas de Martin Waldseemüller, o en latín Martinus Ilacominus o Hylacomilus, geógrafo y cartógrafo alemán, cuyo mapa de 1507 muestra el Río de la Plata con la denominación de río Jordán o Iordam
A partir de aquí se encuentran numerosos testimonios de la denominación de nuestro río como Río de la Plata, en la cartografía, cédulas reales y literatura de la época.
Primer cronista del Río de la Plata
Ulrico Schmidl, soldado alemán y primer cronista del Río de la Plata, llegó con Pedro de Mendoza para la primera fundación de Buenos Aires y participó de la fundación de Asunción.
La primera edición de su relato, del Viaje al Río de la Plata, aparece en 1565. Posteriormente en 1599, Levinus Hulsius publicó en Nuremberg, una edición en latín. La Verídica historia de una navegación maravillosa, llevada a cabo por Ulrich Schmidel de Straubing, desde el año 1534, en América o Nuevo Mundo, en Brasil y Río de la Plata, es el título de la obra.
En la portada se hace referencia al Río de la Plata, al igual que en el relato de los viajes de Acarete du Biscay publicado en Londres en 1698: Un relato del viaje al Río de la Plata y a las tierras del Perú.
El Río de la Plata, mucho más que un río
Como se observa el nombre no solo sirvió para denominar el río, sino también para nombrar a la región.
En capitulaciones, nombramientos de gobernadores y funcionarios reales, se referían a la región como gobernación del Río de la Plata y provincias del Río de la Plata.
Denominación del Virreinato del Río de la Plata
Transcurrió el tiempo, y en 1776, se toma una de las medidas de mayor importancia en la colonización de la región, se crea el Virreinato del Río de la Plata, que casualmente incluía las minas de Potosí. Finalmente, parecía tomar cuerpo la leyenda del Río de la Plata y su Sierra de la Plata. El río, y la sierra, que bien podría ser el Cerro Rico de Potosí, estaban en una misma unidad geopolítica y económica.
El romance entre el río y la sierra, duró durante los primeros años de la independencia. Pero, luego, razones de política interna y económicas, hizo que el territorio del virreinato se desgajara en cuatro naciones independientes, dejando de lado el gran sueño americano.
Así nació Uruguay, el 25 de agosto de 1825, quien comparte con nosotros el mentado río. Paraguay, fue dada a luz 14 de mayo de 1811, y se quedó con Asunción, la primera ciudad capital de la región. También Bolivia, vino al mundo el 6 de agosto de 1825, y conservó el cerro Rico de Potosí.
El estado argentino fue el heredero de la mayor parte del territorio del virreinato del Río de la Plata, de Buenos Aires la capital virreinal, y del Río de la Plata límite natural con Uruguay.
Denominación de las Provincias Unidas del Río de la Plata
Soplan los vientos de la independencia en la región, pero el río seguirá presente.
El 25 de mayo de 1810, se proclama la Excelentísima Junta Gubernativa del Río de la Plata.
El 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba por decreto, una “escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, …” diseñada por Manuel Belgrano.
A fines de enero de 1813 la Asamblea inauguró sus sesiones y se proclamó representante de las Provincias Unidas del Rio de la Plata.
Más allá, de que en los albores de la independencia, nuestra identificación como país estuviera ligada al nombre del Río de la Plata, hay que destacar que no era solo una cuestión semántica.
El sistema hidrográfico del Plata
El sistema hidrográfico del Plata, fue una parte trascendental de la vida y economía de la colonia.
El río, fue el nexo entre las primeras y más importantes capitales de la región del Plata, Buenos Aires y Asunción, a las que se sumó Santa Fe.
El esquema de crecimiento de la región del Plata, estuvo basado en conglomerados urbanos a partir del Río de la Plata y su afluente el río Paraná. El área poblada, se extendía solo 100 Km tierra adentro, debido al peligro latente de los ataques indígenas. Este fenómeno, se denominó el corredor porteño.
También, el río, fue y es, el factor determinante del patrón de población, en las provincias con riberas al Plata y sus principales afluentes. En esta zona se concentra más de un 50% de toda la población de Argentina.
El Río de la Plata junto a sus afluentes, constituía un canal de navegación que permitía extraer las riquezas del país e ingresar productos manufacturados. Fue, el vehículo para el contrabando, cuando España impedía el libre comercio. Navegar por sus aguas fue el oscuro objeto del deseo de las potencias de la época, antes y después de la independencia.
La Cuenca del Plata y la red ferroviaria a partir de 1880, fueron parte fundamental, del desarrollo agro exportador.
Actualmente, se ubica en la región, el Polo Industrial Paraná-Plata, el más importante del país.
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Referencias:
Todo el material gráfico del informe está editado digitalmente en versión personalizada por surdelsur.com en base a los siguientes documentos:
- Schmidl, Ulrico (Cronista, Soldado, Viajero). (1510-1580). Naufragio de una nave en el Río de la Plata [Grabados, detalle]. Relato de Ulrico Schmidl (1599), por Hulsius Levinus (Editor) (1546-1606) . Nuremberg.
- Waldseemüller, Roberto (Geógrafo y cartógrafo alemán). (1470-1520). Cosmografía Universal con descripción de la Tierra – 1507 [Ilustración, detalle]. Biblioteca del Congreso de Estados Unidos: Documento Completo
- Mapa de América – 1540 [Ilustración, detalle] Basilea.
- Kari, Petrus. Mapa de América nueva descripción – 1614 [Ilustración, detalle].
- Emaili, Juan Andrés (Capitán, español). Carta de los ríos del Plata – 1685 [Ilustración, detalle].
- Janssonius, Joannes. Mapa de Paraguay o Provincia de Río de la Plata con regiones contiguas de Tucumán y Santa Cruz de la Sierra – 1614 [Dibujo].
- Mapa usado por Juan Sebastián Gaboto en su expedición al Río de la Plata [Dibujo, detalle]. Fuente: Historia Argentina. Tipográfica Editora Argentina, 1965. Buenos Aires. Argentina
- Mapa del Virreinato del Río de la Plata, con sus Intendencias [Dibujo, detalle]. Fuente: Historia Argentina. Tipográfica Editora Argentina, 1965. Buenos Aires. Argentina
- Imprenta de la Independencia Constitución de las Provincias Unidas en Sud América – 1819
Bibliografía:
- Abad de Santillán, Diego Historia Argentina Tipográfica Editora Argentina, 1965. Buenos Aires, Argentina.
- Pigna, Felipe Los mitos de la Historia Argentina
1º Edición. Grupo Editorial Norma, 2004. Buenos Aires, Argentina.